¿Qué es la terapia ocupacional?
La terapia ocupacional es una disciplina sociosanitaria que se encarga de favorecer la participación autónoma de las personas en su entorno natural y bla bla bla…
Aburrido, ¿verdad? Por resumir un poco, en Centro Altea las terapeutas ocupacionales nos dedicamos a JUGAR. Sí, sí, con todas las letras. ¿Y por qué jugamos? Porque los seres humanos desarrollamos a través del juego motivador y propositivo todas las habilidades sensoriomotoras necesarias para realizar las actividades de la vida diaria.
Además, mediante el juego también se generan y generalizan todos los aprendizajes. ¡OJO! Esto no lo decimos nosotras, lo dice la ciencia. En este artículo de la terapeuta Mª Pilar Blázquez Ballesteros titulado “Terapia ocupacional pediátrica: algo más que juego” puedes comprobarlo.
Sabemos que el juego es la mejor manera de aprender, lo que no significa que esta sea la única actividad de los niños y las niñas. Al contrario, a lo largo del día tienen muchas ocupaciones:
- Actividades básicas de la vida diaria: comer, vestirse y desvestirse, ducharse, ir al baño, asearse y dormir.
- Participar y seguir las rutinas del día a día: poner y quitar la mesa, recoger sus juguetes, acompañar a sus familias a hacer la compra, ir al parque, ir a la peluquería, tomar el transporte público, ir al colegio, hacer los deberes, acudir a actividades extraescolares y terapias.
- Pasar tiempo de calidad en familia: celebrar cumpleaños, salir a restaurantes, ir al cine o al teatro, reunirse con la familia y amigos, salir de viaje….
Para llevar a cabo todas estas ocupaciones, se necesitan una serie de funciones corporales y habilidades de desempeño que, en ocasiones, se encuentran limitadas en nuestros peques.
Mediante el juego podemos favorecer la adquisición y el desarrollo de todas las funciones corporales y las habilidades de desempeño necesarias para las rutinas y las actividades de la vida diaria. Nuestro motor principal es mejorar su calidad de vida y la de toda la familia fomentando la autonomía del niño o niña y su participación en la sociedad.
Estas funciones y habilidades son:
- Modulación y procesamiento de la información sensorial. Proceso necesario para la conexión con el entorno, la interacción con el otro, el mantenimiento del foco atencional y el mantenimiento de un nivel de alerta óptimo para dar respuestas adaptativas ante las exigencias del entorno.
- Control postural y estabilidad articular. Clave para lograr desplazamientos sin caídas, mantener una buena postura o aguantar sentado durante largos periodos de tiempo (por ejemplo, en el colegio o a la hora de comer en un restaurante). También es imprescindible para escribir de manera adecuada y desarrollar las destrezas manipulativas.
- Habilidades de equilibrio estático y dinámico. Necesarias para subir y bajar escaleras, correr, pasar obstáculos o chutar una pelota. También son necesarias para ponernos de puntillas y coger nuestro juguete favorito de la estantería.
- Integración motora-bilateral y secuencias. Usamos estas habilidades a la hora de escalar, desplazarnos en bicicleta o patinete, atarnos los cordones, jugar a la rayuela o hacer juegos de palmas con los amigos.
- Control óculo-motor. Necesario para copiar de la pizarra, desarrollar la lectoescritura o hacer rastreos visuales en una habitación para encontrar algo.
- Habilidades y destrezas manipulativas. Son aquellas que empleamos cuando usamos nuestras manos para tocar, girar objetos, pasar las hojas de un cuento, pelar una mandarina, pulsar botones…Cuando crecemos, especializamos nuestras capacidades y las manos empiezan a trabajar juntas para abrocharnos los botones, subir cremalleras, cortar un filete o hacer manualidades.
Como veis, el universo de los niños y/o niñas está lleno de retos. Si aún no tienes claro si tu hijo o hija necesita un empujón en alguna de estas destrezas, presta atención a estas preguntas:
¿A tu peque se le cae la sopa de la cuchara? ¿Observas que hay alimentos o texturas que rechaza?
¿Los profes de tu hijo o hija te han dicho que tiene mala letra? ¿Escribe demasiado despacio? ¿Rompe el papel pintando?
¿Estáis pensando en quitarle el pañal y no sabéis cómo? ¿O se resiste a dejarlo?
Si tu respuesta es “Sí” a una o más de estas preguntas, consúltanos. ¡Podéis contar con nosotras!
¿Y si los peques no pueden participar en las actividades?
Nosotras nos encargamos, junto a las familias, de seleccionar la mejor manera de adaptar las actividades.
Adaptar es una forma de facilitar la participación. Podemos adaptar las actividades con información visual gracias a los adaptadores para lápiz que optimizan el agarre o con férulas personalizadas que mejoren la posición de las manos… ¡Hay tantas posibilidades de adaptación como ideas tengamos y niños y niñas existen!
Por eso, aquí son bienvenidas los niños y niñas nacidas pre-término, con retraso madurativo o con diagnóstico definido, así como aquellos con dificultades en su vida diaria.
Hacer, ser y pertenecer son parte de la terapia ocupacional.
Desde Centro Altea queremos caminar junto a vosotros para emprender este viaje de descubrimiento. No dudes en llamarnos.