¿Qué es la neuropsicología?
La ciencia nos enseña que el lado izquierdo del cerebro es el más verbal o analítico y el derecho, visual o intuitivo. Hay personas que saben dónde ubicar una foto en el libro con total exactitud, pero no son capaces de recordar lo que acaban de leer. Cada parte del cerebro está especializada en el control de ciertos tipos de conductas y funciones, así como cada persona tiene un hemisferio dominante.
Con estos temas y sus infinitas ramificaciones trabaja la neuropsicología, la ciencia que estudia cómo están correlacionadas las distintas partes del cerebro en función del momento de desarrollo.
Esta rama de la psicología se centra en las distintas estrategias cerebrales que tienen que ver con el aprendizaje y manejo de la información como son:
- La orientación.
- La capacidad atencional.
- La memoria.
- La planificación.
- La resolución de problemas conductuales y emocionales.
Teniendo en cuenta que el cerebro de un niño y niña está en constante desarrollo, con un crecimiento a veces vertiginoso, resulta fundamental conocer cómo la estimulación que le proporciona el entorno y las experiencias a las que se enfrenta en su vida diaria puede repercutir favorablemente en su desarrollo.
Si desde el centro escolar o, vosotros mismos como padres y vosotras mismas como madres, detectáis alguno de estos signos de alerta, se podría valorar la opción de empezar con la terapia:
- No termina las tareas en el colegio ni los deberes en casa.
- Cuando se le dan varias órdenes a la vez, se pierde y no es capaz de seguirlas.
- Pierde o se le olvida la agenda, el abrigo, no sabe que deberes tiene que hacer.
- Impaciencia o irritabilidad.
- Dificultad para leer o realizar operaciones matemáticas, confunde letras o números.
- Problemas para atender o concentrarse.
Esta terapia se dirige también a aquellos pequeños y pequeñas diagnosticados con trastornos del neurodesarrollo, como TEA (Trastornos del Espectro Autista), TEL (Trastorno Específico del Lenguaje), TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), trastornos específicos de aprendizaje o trastornos motores entre otros.
Lo primera fase se centra en la valoración de los aspectos cognitivos, conductuales y emocionales para sentar las bases del diagnóstico. Después, a través de sesiones individuales, llevamos a cabo actividades que estimulen y compensen los déficits en áreas como la memoria, el lenguaje, la atención, la viso-percepción, la impulsividad, la hiperactividad, el razonamiento, la lateralidad, la motricidad fina y la motricidad gruesa.
Las sesiones transcurren de una manera lúdica, divertida, adaptadas a cada menor y a sus motivaciones, y de forma coordinada con todos los profesionales que forman parte de su tratamiento.
En todo el proceso, acompañamos a las familias, les informamos de todo lo que puedan necesitar y estamos de su lado.
Al estimular la motivación del niño o la niña, les ayudamos a crearse sus propias estrategias para:
- Lograr sus objetivos.
- Favoreces funciones cognitivas.
- Llevar a cabo aprendizajes más efectivos.
Proponemos estímulos enriquecedores como juegos o apps, en situaciones de aprendizaje individualizadas y específicas, sin olvidar la inteligencia emocional.
Si el cerebro no aprende adecuadamente ya sea por factores intrínsecos o extrínsecos, los aprendizajes posteriores les resultarán más complicados.
Trabajar procesos mentales como la atención, la memoria, la percepción o las funciones ejecutivas y la emoción es clave para llegar a la mejor versión de los niños y niñas y, lo más importante, de cómo van a ser capaces de enfrentarse al mundo.
Os necesitamos para generalizar los aprendizajes
Además del abordaje integral que realizamos en el centro por parte de nuestro equipo multidisciplinar, colaboramos con otros profesionales y con el resto de las personas que forman parte del entorno del niño o niña.
Buscamos proporcionarles orientación y apoyo para mejorar su desarrollo y crecimiento, y que se generalice en todos los contextos.
No dudes en llamarnos si quieres más información.