¿Qué es?
El trastorno por evitación/restricción de la ingesta de alimentos pertenece al grupo de diagnósticos de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), pero a diferencia del resto de trastornos alimentarios, en este caso los niños y adultos no están preocupados por un tema relacionado con el peso.
Las personas con ARFID suelen rechazar los alimentos ya sea por una falta de interés por la comida, algún miedo concreto (atragantarse o vomitar) o por algún rasgo de tipo sensorial (color, textura, olor, etc.), pudiendo llegar a ser muy selectivos.
Señales de alarma:
Algunas de las señales de alarma que hay que tener en cuenta para la detección del ARFID son:
- Falta de interés por la comida desde etapas tempranas.
- Pérdida de peso.
- Expresar falta de apetito o problemas gastrointestinales.
- Velocidad lenta de ingesta.
- Tener miedos concretos.
- Rechazar alimentos por sus características sensoriales.
- Evitar realizar actividades que tengan relación con la alimentación (ir a un cumpleaños).
El ARFID tiene un origen multifactorial, puede darse en comorbilidad con otras enfermedades o trastornos como TEA (trastorno del espectro autista), TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad), TOC (trastorno obsesivo-compulsivo) y dificultades en el aprendizaje.
Tratamiento
Este trastorno requiere un abordaje multidisciplinar en el que participan diferentes profesionales como el psiquiatra, psicólogo, enfermero, nutricionista, terapeuta ocupacional, logopeda, entre otros.
El primer objetivo sería conseguir que la persona esté expuesta a los alimentos que rechaza y poder disminuir la ansiedad que este alimento le produce. Una vez conseguido se pasaría a trabajar la generalización en el domicilio de los alimentos introducidos en las sesiones.
Logopeda Nº Col 28/1236
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Información obtenida de SOM (Salud Mental 360) Hospital Sant Joan de Déu.